Olimpia esta cargada de historia, aquí se originaron los Juegos Olímpicos que al igual que ahora, se realizaban cada 4 años. Era tal la importancia de las olimpiadas que durante la competición se promulgaba una tregua o "paz olímpica" entre las ciudades-estado que estaban en guerra (como Atenas, Esparta, etc)
Este lugar es uno de los mayores y más importantes yacimientos arqueológicos no solo de Grecia si no del mundo entero, y si le sumamos el valor histórico, uno se da cuenta que está en un lugar mágico.
Para poder disfrutar de este sitio hay que madrugar para llegar antes de empiecen a llegar las decenas de autobuses cargados con hordas de turistas, un sitio como este hay que visitarlo sin el agobio de la gente.
La entrada combinada yacimiento + museo cuesta 9€ pero los que tenemos el carnet de estudiante entramos gratis :-)
El recinto es enorme, hay restos de edificios por todos lados:
En el centro del complejo estaba el Templo de Zeus, el emplazamiento más importante de Grecia para el Dios de los Dioses.
El templo albergaba la estatua de Zeus, una de las 7 maravillas del mundo antiguo.
La colosal estatua de 12 metros de altura estaba hecha de marfil y oro. Lástima que ya no quede nada de ella.
Al igual que el resto de templos de Grecia, con la adopción al Cristianismo en el año 380, el emperador de Roma ordeno la
destrucción de todos los templos y estatuas de la antigua Grecia y prohibió los Juegos Olímpicos por ser una fiesta pagana.
El templo Heraión, dedicado a la Diosa Hera es el segundo templo en importancia de todo Olimpia, además es el más antiguo que se conserva de todo Grecia. En el se encontraron valiosas estatuas que ahora se encuentran en el museo.
Frente a las ruinas del Templo de Hera, se encuentra el famoso pebetero donde hoy en día se enciende la llama Olímpica cada 4 años. Este fuego hay que encenderlo mediante los rayos solares, y transportarlo hasta la ciudad donde se desarrollarán los juegos Olímpicos.
Pero lo mejor de la visita para mi, fue el estadio:
No me lo pensé y salí a correr por el estadio en plan friki jajaj
Saber que estás corriendo en el mismo lugar que los atletas Griegos de hace 2700 años me hacia sentir algo especial...
Me encantó la verdad.
El estadio tenía capacidad para 45.000 espectadores, y allí se realizaban las diversas pruebas.
Por lo que he leído, la prueba por excelencia era el Pentatlón, que consistía en carrera de velocidad, salto de longitud, lanzamiento de javalina, de disco y lucha.
Cerca del estadio se encuentra el palacio de Nerón, un emperador romano que compitió en una edición de los J.J.O.O. y construyo un palacio allí mismo.
Las malas lenguas dicen que Nerón ganó todas las pruebas de las olimpiadas...menudo tongo! jaja.
Después de ver las ruinas de Olimpia, la visita al museo es obligatoria puesto que allí se encuentran todas las esculturas y tesoros que se encontraron durante las excavaciones.
Además de maquetas impresionantes del complejo en su máximo esplendor.
La visita en total nos ha llevado toda la mañana hasta la hora de comer, y que mejor manera para combatir el solazo que hace que un baño en la piscina del hotel, ¡Además estamos solos!
Después del relax de la piscina, cogimos el coche para abandonar el Peloponeso rumbo a Delfos.
Hay un largo camino de 3 horas de coche, aunque haremos una paradita para volver a refrescarnos en la playa de Kouroutas, Así da gusto viajar jaja:
Para salir del Peloponeso, nos espera el puente "atirantado" más largo del mundo: (13 € de peaje por cruzarlo!)
Se trata del puente Río-Antirio:
Al cruzar el puente llegamos a la Grecia Continental, ya solo falta conducir por la costa con dirección Delfos.
Llegamos bastante cansados justo al atardecer, pero las vistas desde el Hotel nos revitalizaron, ¡¡que chulada!!
Siguiente Etapa: Oraculo de Delfos
Etapa Previa: Micenas y el Peloponeso
En el centro del complejo estaba el Templo de Zeus, el emplazamiento más importante de Grecia para el Dios de los Dioses.
El templo albergaba la estatua de Zeus, una de las 7 maravillas del mundo antiguo.
La colosal estatua de 12 metros de altura estaba hecha de marfil y oro. Lástima que ya no quede nada de ella.
Al igual que el resto de templos de Grecia, con la adopción al Cristianismo en el año 380, el emperador de Roma ordeno la
destrucción de todos los templos y estatuas de la antigua Grecia y prohibió los Juegos Olímpicos por ser una fiesta pagana.
El templo Heraión, dedicado a la Diosa Hera es el segundo templo en importancia de todo Olimpia, además es el más antiguo que se conserva de todo Grecia. En el se encontraron valiosas estatuas que ahora se encuentran en el museo.
Frente a las ruinas del Templo de Hera, se encuentra el famoso pebetero donde hoy en día se enciende la llama Olímpica cada 4 años. Este fuego hay que encenderlo mediante los rayos solares, y transportarlo hasta la ciudad donde se desarrollarán los juegos Olímpicos.
Pero lo mejor de la visita para mi, fue el estadio:
Entrada al estado de Olimpia |
Saber que estás corriendo en el mismo lugar que los atletas Griegos de hace 2700 años me hacia sentir algo especial...
Me encantó la verdad.
El estadio tenía capacidad para 45.000 espectadores, y allí se realizaban las diversas pruebas.
Por lo que he leído, la prueba por excelencia era el Pentatlón, que consistía en carrera de velocidad, salto de longitud, lanzamiento de javalina, de disco y lucha.
Cerca del estadio se encuentra el palacio de Nerón, un emperador romano que compitió en una edición de los J.J.O.O. y construyo un palacio allí mismo.
Las malas lenguas dicen que Nerón ganó todas las pruebas de las olimpiadas...menudo tongo! jaja.
Además de maquetas impresionantes del complejo en su máximo esplendor.
Hermes de Praxiteles con Dionisio en brazos |
Después del relax de la piscina, cogimos el coche para abandonar el Peloponeso rumbo a Delfos.
Hay un largo camino de 3 horas de coche, aunque haremos una paradita para volver a refrescarnos en la playa de Kouroutas, Así da gusto viajar jaja:
Para salir del Peloponeso, nos espera el puente "atirantado" más largo del mundo: (13 € de peaje por cruzarlo!)
Se trata del puente Río-Antirio:
Llegamos bastante cansados justo al atardecer, pero las vistas desde el Hotel nos revitalizaron, ¡¡que chulada!!
vistas desde nuestra habitación del Hotel |
Siguiente Etapa: Oraculo de Delfos
Etapa Previa: Micenas y el Peloponeso
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